Cuentos infantiles. Parte I: Caperucita Roja

Hace mucho no escribía nada, por pereza... ahora voy a escribir esto, aunque no era lo que en verdad quería publicar, pero olvidé qué era.

Bueno, volviendo al tema, los cuentos infantiles inicialmente trataban de dar moralejas a los niños... no, los cuentos infantiles nunca estuvieron escritos para niños (o al menos la sociedad actual no lo aceptaría), ya que no omitían las partes violentas e incluso sexuales, aunque siempre procurando dejar una enseñanza. El problema es que, como veremos en el caso que cito a continuación, esta enseñanza terminaba siendo relatada muy crudamente.

El primer ejemplo: Caperucita Roja, cuento que tiene cuatro versiones:

1. La de Charles Perrault, en la que Caperucita termina siendo devorada por el lobo y que presenta al final de la historia la siguiente moraleja:

"Las niñas, especialmente las bonitas, no deben nunca hablar con extraños, de hacerlo podrían convertirse en comida para el lobo. Existen personas que son encantadoras, amables, tranquilas, educadas, complacientes y dulces, que persiguen a las jovencitas en las calles y hasta en sus casas. Desafortunadamente, son estos gentiles lobos los más peligrosos de todos."

2. La de los hermanos Grimm, Caperucita y su abuelita son rescatadas de la barriga del lobo por un leñador, quien le abre la barriga mientras duerme, saca a Caperucita y su abuela, vuelve a llenar el estómago con piedras... y luego el lobo termina convertido en alfombra.

3. La versión canibal que circulaba en Austria e Italia, donde Caperucita come la carne y bebe la sangre de su abuela asesinada por el lobo y en la que ella termina también por ser devorada. Un fragmento, en el que Caperucita está con el lobo disfrazado de abuelita:

"-Abuelita, tengo sed, ¿me das algo de tomar?
El lobo, disfrazado de abuelita, le responde:
-Revisa esa taza, debe haber algo de vino.
-Abuelita, este vino está muy rojo.
-Calla y bébelo, es la sangre de tu abuela.
-¿Cómo dices?
-Sólo bébelo y calla.
Luego caperucita dice:
-Abuelita, tengo sueño.
A lo que la fiera responde:
-Quítate las ropas y ven a acostarte aquí conmigo."

4. La versión francesa llamada La falsa abuelita, donde Caperucita se salva gracias a su propia astucia. En ésta, una vez que la niña está en la cama con el lobo se da cuenta de que no es su abuela la que descansa a su lado, lo cual le causa un gran susto. Sin saber muy bien que hacer le dice:

"-Abuelita, necesito ir al baño.
El lobo, relamiéndose, le dice:
-No te preocupes, niña, puedes hacer pipí aquí en la cama."

Caperucita insiste y aprovecha la oportunidad para escapar.

En estos cuentos, el verdadero peligro inicia cuando Caperucita se mete en la cama con el lobo, ya que este cuento estaba pensado para las muchachas que comenzaban a convertirse en mujeres. Sin embargo, la moraleja varía dependiendo de la versión: las más antiguas (como la francesa) Caperucita no es castigada por esto, sino que engañando al lobo logra escapar de él, es decir, sobrevive utilizando su propia astucia; algo diferente ocurre con la versión de Grimm y Perrault, en las que el claro mensaje es que las niñas deben ser buenas, no deben apartarse del camino, deben tener cuidado de los hombres, y sobre todo reprimir cualquier interés por el sexo.

Como puede notarse, la enseñanza de estos cuentos queda bastante implícita, aunque claro, no es algo que cualquier le contaría a sus hijos.

Posiblemente luego actualice con más versiones bizarras, proximamente, mi favorita: La Bella Durmiente.