Bueno, bello, inteligente... ¿qué es mejor?


Oscar Wilde es mi amor platónico…


Pero no era eso lo importante, sino que hace poco recordé El retrato de Dorian Gray, y me pareció increíble que aún hace más de cien años la sociedad tuviera las mismas preocupaciones, o más bien, obsesiones que tenemos actualmente. Lo digo por la afirmación de lord Henry Wotton de que es mejor ser bello que bueno, y que me parece que es una de las bases "teóricas" de la sociedad (actualmente no se puede ni siquiera trabajar si se es feo, mi compañera me lo dijo cuando le dije que pensaba trabajar como demostradora: "para eso hay que ser bonita").


Y es que, en el caso de las mujeres, se tiene la opinión de que entre más bonita más público o clientela atrae, y por desgracia, es cierto. Aparte, tenemos a una gran cantidad de mujeres que aprovechan su belleza para conseguir lo que quieren, por lo que a veces pienso que Wilde, lamentablemente, tiene razón…


Sin embargo, me parece que dejó algo muy importante de lado: ¿entre la belleza, la bondad y la inteligencia, qué es mejor? Me gusta pensar que él prefería la inteligencia, ya que siempre sacaba a relucir su ingenio para que otros lo admiraran, pero me pregunto si para otras personas también lo será, o si, por el contrario, una imagen vale más que mil palabras.


En mi caso, prefiero la inteligencia a la belleza, aunque no creo tener ninguna de las dos cosas.

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